Picasso se une al circo de Calder

Fue en el año 1926 cuando Alexander Calder, un joven artista estadounidense, decidió desplazarse desde Nueva York hasta París como hicieron muchos pintores, escultores, escritores o músicos entre otros, la capital parisina acogía a los mejores artistas del momento y se convirtió en punto de encuentro de numerosos genios de ámbito artístico.

EL CIRCO DE CALDER:
LA ESCULTURA EN MOVIMIENTO

Una vez en París, Calder desarrolló una de sus obras más reconocidas, el famoso Circo de Calder (Cirque Calder), una obra escultórica en miniatura en la que representaba un circo en el que no faltaba ningún personaje, desde los contorsionistas, magos o payasos hasta los propios domadores de animales.

Para crear y dar vida a este circo, Calder construyó cada figura de aquellos que habitaban su circo, con estructuras de alambre y utilizó diferentes materiales que revestían la estructura, materiales como: la madera, tela, papel, metal, hilo, cartón, botones, gomas, etc. cualquier material que pudiera servirle para dar forma a esta obra, mientras que para darle vida a su circo, construyó un complejo mecanismo para que las esculturas pudieran moverse en el interior y poder hacer sencillos trucos.

Ya acabado el Circo de Calder, realizó una puesta en escena de su obra en la que daba voz a los personajes, ponía música de circo en el tocadiscos y movía los pequeños personajes. Fue en el Salón de los Humoristas de París en el año 1927, una exhibición en la que se encontraban artistas como Joan Miró, Marcel Duchamp, Piet Mondrian o Man Ray. Alexander Calder comenzaba a definir su estilo que posteriormente lo definió, un estilo que unían la escultura y la cinética,  creando posteriormente los llamados móviles.

DE LA FIGURACIÓN A LA ABSTRACCIÓN

Alexander Calder comenzó a explorar el vacío o ausencia del espacio, para trasladarlo a sus obras, llevando sus esculturas desde la figuración hasta la abstracción.

En aquellos primeros años del siglo XX, el pintor malagueño Pablo Picasso, también se trasladó a París, donde se desarrolló artísticamente y al igual que Calder creó su propio estilo con los móviles, Picasso encontró también su forma de expresión y esta fue el cubismo, corriente de la que es el máximo exponente junto con George Braque. 

A Picasso también le sedujo la ausencia de espacio y la abstracción y lo enfocó en el ser emocional interior.

LA EXPOSICIÓN CALDER-PICASSO REUNIRÁ
MÁS DE CIEN OBRAS EN MÁLAGA

Alexander Calder y Pablo Picasso fueron coetáneos, dos de los mayores artistas del siglo XX, principales representantes de sus movimientos artísticos y no solo coincidieron en el tiempo, también en las inquietudes sobre llevar la figura a la abstracción, y esto, hizo posible la idea de volver a unirlos en una exposición organizada por la Calder Foundation, New York y la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA), coproducida por el Musée national Picasso-Paris y co-comisariada por: Alexander S. C. Rower, Calder Foundation, New York; Bernard Ruiz-Picasso, FABA; Claire Garnier y Emilia Philippot, Musée national Picasso-Paris; y José Lebrero, Museo Picasso Málaga.

La exposición Calder-Picasso reunirá algo más de cien obras, que nos mostrarán la forma personal y diferente que tuvieron ambos artistas de abordar la ausencia de masa en sus obras y la importancia del vacío en ellas. Después de exhibirse en el Musée National Picasso-Paris, llega ahora al centro de la ciudad de Málaga, al Museo Picasso Málaga del 24 de septiembre de 2019 al 2 de febrero de 2020.