Baños árabes construidos sobre las antiguas ruinas de un Hammam del siglo XIV en Granada
27 noviembre, 2019
Granada es conocida por su amplio legado nazarí, ya que fue la última ciudad en caer ante la reconquista de los Reyes Católicos en el siglo XIII. A la belleza propia de Granada se suma el encanto especial que encontramos al recorrer sus calles y observar la influencia mozárabe en sus edificios, su decoración, sus mercados e incluso en los negocios que podemos encontrar allí, como sus numerosas teterías y hammams o baños árabes. Tras la reconquista de los Reyes Católicos se prohibieron la utilización de los diversos baños árabes que allí se podían encontrar, y si bien muchos quedaron en ruinas, (como los famosos “baños del Bañuelo” situados en la carrera del río Darro), la mayoría de los hammams fueron reutilizados aprovechando su estructura y sus habitáculos con calderas, originalmente empleados para calentar el agua de los baños pero cuyo nuevo uso se destinó a hornear pan.
De antigua panadería a Hammam
Precisamente en uno de estos enclaves se encuentra el Hammam Al-Ándalus de Granada, el cual se localiza cerca de la Iglesia de Santa Ana (antigua Mezquita Almanzora) a la vera del río Darro, en el centro de Granada, y cuya construcción comenzó en 1998 rehabilitando una antigua vivienda del siglo XV donde se había horneado pan desde hacía generaciones. Durante las excavaciones arqueológicas se encontraron pozas de aguas bajo los cimientos de las ruinas, por lo que sabemos que originalmente fue uno de los baños árabes del siglo XVI que fueron reconvertidos a hornos panaderos.
El Hammam Al Ándalus trata de mantener tanto la estructura como la decoración que tenían originalmente estos baños árabes, por lo que en su interior podemos encontrar tres salas de aguas a diferentes temperaturas (fría, templada y caliente), un baño turco donde el vapor y los aceites esenciales (normalmente de eucalipto) abren los poros de la piel y permite desintoxicar el organismo, así como una sala de reposo para tomar un relajante té verde con menta para rehidratarnos y disfrutar de sus propiedades antioxidantes.
Un viaje por las aguas del tiempo
La exquisita decoración de este Hammam compuesta por columnas labradas con motivos arabescos, arcos y bóvedas de piedra así como mosaicos de diseños geométricos todo ello envuelto por una tenue luz y música andalusí nos transporta al pasado, recreando cómo eran estos baños árabes originales. Al cerrar los ojos podemos imaginarnos que estamos en un auténtico Hammam del siglo XIV, y aún más sabiendo que nos encontramos sobre las ruinas restauradas de un antiguo baño árabe.
Además podremos disfrutar de otros servicios como el ritual Midra, el cual incluye el masaje tradicional conocido como Kessa que consiste en la exfoliación de la piel con un guante de tela para eliminar las células muertas y que se realiza sobre una piedra caliente bajo la bóveda estrellada que deja traspasar tenuemente los rayos del sol, todo esto acompañado de un masaje de espuma con aceites aromáticos. Un regalo para los sentidos que renueva el cuerpo y el alma.
Por lo que si estáis en Granada os animamos a visitar estos baños termales, los cuales se pueden visitar incluso de noche en su ruta nocturna, para vivir una experiencia única a la luz de las velas y candelabros nazaríes, ideal para disfrutar una velada en pareja.