Curiosidades del Callejón del Gato de Madrid
29 enero, 2020
Muchos oímos mencionar por primera vez el Callejón del Gato (cuyo nombre real es Calle de Álvarez Gato) en la obra de Valle-Inclán «Luces de Bohemia«, en la cual el protagonista Max Estrella y su amigo Don Latino de Hispalis en estado de embriaguez, se pasean por las calles nocturnas de Madrid terminando en el Callejón del Gato, el cual era famoso entre los madrileños los espejos curvos que allí estaban expuestos y que deformaban la figura del que se reflejaba en él. Ésta es la escena más famosa de la obra, y en la cual Ramón María del Valle-Inclán describió la figura del Esperpento, reflejo de la España de la época y por la cual es recordado hoy día.
Pero, ¿sabíais que los Madrileños relacionan el nombre de esta calle con el apodo otorgado a los propios habitantes de la ciudad, los llamados gatos?
Índice
¿Porqué se llama Gato a los Madrileños?
Se suele decir que para ser considerado gatos debes tener dos generaciones de antepasados puramente madrileños (parecido a los famosos “ocho apellidos vascos” . Es decir, no sólo tienes que haber nacido en Madrid, sino que también deben ser originales de la capital tus padres y abuelos para tener derecho a usar el apodo Gato.
Ahora bien, ¿De dónde viene este curioso apelativo?
Aunque hay muchas teorías al respecto, la más mantenida hoy día respecto al origen de este apodo que han recibido los madrileños desde hace siglos se remonta al reinado de Alfonso VI.
Cuenta la leyenda que en una de las batallas por la reconquista de Madrid, un soldado comenzó a escalar solo con la ayuda de una daga la muralla de Madrid. Cuando llegó a la cima cogió el estandarte musulmán y lo sustituyó por el estandarte cristiano. Dicen que entre los soldados se corrió el rumor de ésta hazaña y comenzaron a apodarle como «el gato», llegando a oidos del rey Alfonso VI, quien para agradecer la valentía del soldado y para que este gesto fuera recordado cambió el apellido del soldado, quien pasó a apellidarse “Gato”. De esta manera sus descendientes preservarían no sólo su linaje, sino también la valerosa hazaña que le consiguió éste curioso apellido.
De hecho se dice que la calle de Juan Álvarez Gato, más conocida como el «Callejón del Gato«, está nombrada así por uno de sus últimos descendientes.
La Ruta de Max Estrella
Esta calle tan famosa entre los madrileños se dio a conocer fuera de la capital gracias a la obra de Valle-Inclán anteriormente mencionada, Luces de Bohemia. De hecho es una de las paradas de la llamada Ruta de Max Estrella que se realiza en Madrid en honor al autor y la cual hace el mismo recorrido que los protagonistas realizaron en la obra, partiendo desde La Casa Ciriaco y visitando lugares como la Plaza del Sol y la Chocolatería de San Ginés entre otros.
Restaurante Las Bravas
Además de por su carácter histórico y literario, hay otros motivos para visitar el callejón del gato como el restaurante «Las Bravas» que allí se encuentra, lugar en el que se creó la famosa receta de las Papas Bravas, características por su saber ligeramente picante. Además, en este bar encontraremos los espejos originales a los que hacía referencia Valle-Inclán, así como una réplica de éstos en el exterior para los viandantes.
La Taberna Pompeyana
Otro de los lugares curiosos que encontraremos en el Callejón del Gato es la Taberna Pompeyana, un sitio no apto para niños.
Según su creador, se inspiró en un viaje que realizó a la ciudad de Pompeya para crear éste sitio en Madrid, empleando decoración al estilo de los antiguos lupanares (prostíbulos de la ciudad) que allí se encontraban. La taberna está decorada con frescos de ambientación erótica, haciéndola no apta para todos los públicos, pero un lugar muy interesante para visitar y probar sus platos, los cuales son famosos por su calidad, cantidad y su buen precio.
Un trocito de Pompeya en pleno Madrid para los más atrevidos y los que quieran conocer sitios distintos y curiosos de la ciudad.
¿Dónde se encuentra el Callejón del Gato?
Esta calle se encuentra en una de las zonas más céntricas de Madrid, en el límite del conocido como Barrio de las Letras (cerca de la Plaza Mayor y la Puerta del Sol), uniendo la calle Núñez del Arce con la Calle de la Cruz, dónde solía encontrarse el Corral de las Comedias de la Cruz, lugar en el que el pueblo se reunía para ver pequeñas obras de teatro (normalmente de género humorístico) al aire libre, representando títulos de autores como José de Zorrilla Tirso de Molina, Calderón de la Barca y Lope de Vega entre otros.
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